Tallado en 1682 por el utrerano Francisco Antonio Ruiz Gijón, el Santísimo Cristo de la Expiración o El Cachorro, como es conocido popularmente, destaca por su calidad tanto anatómica, artística e histórica; su altura es de 1´89 metros y fue labrado sobre madera de cedro. Es tal la realidad de la Imagen, que tiene los ojos de diferente color porque al fallecer, los seres humanos pierden primero la visión de un ojo y luego la del otro, detalle que Gijón plasmó en su rostro.
Hay diferentes teorías de donde proviene el nombre de El Cachorro. La primera es que el imaginero tomó como modelo a un gitano de la Cava de Triana, apodado con ese seudónimo y que fue muerto en una reyerta, hay quien dice que durante aquella pelea alguien dijo que al ser apuñalado salía «ca chorro» de sangre, y por último, y la que tiene más visos de ser realidad, es que en un pasaje de la Biblia, a Jesucristo se le nombra como «Cachorro, león de Judá»
El paso del Cachorro es de estilo neobarroco y cuenta con diferentes apliques de palta de ley, iluminado por candelabros de guardabrisas en esquinas y laterales además de cuatro faroles de plata. Se da la circunstancia que el paso que tallara para la cofradía de Triana, el imaginero Castillo Lastrucci en las primeras décadas del siglo XX procesiona actualmente con la hermandad de la Sagrada Cena de Jerez.