El día de la Inmaculada Concepción, la mítica edificación gótica de Notre Dame de París, abrió nuevamente sus puertas a los fieles tras las obras de restauración que se han llevado a cabo con motivo del incendio que se originó, al parecer por un fallo eléctrico, el 15 de abril de 2019.
Previamente la talla de la Virgen que se salvó del fuego fue trasladada al templo el 15 de noviembre, dejando en París imágenes difíciles de contemplar por las calles de la ciudad, en la que es complicado que se vean procesiones. Se trata de una imagen de piedra datada en el siglo XIV, conocida como Notre Dame (Nuestra Señora) que estaba colocada junto a una columna del transepto de la catedral y destaca por su tamaño, no habitual en una imagen mariana, ya que mide 1,80 metros de altura. Milagrosamente los restos de la carpintería del artesonado del techo cayeron sobre la Virgen que no sufrió daño alguno.
El arzobispo de París monseñor Laurent Ulrich reabrió oficialmente al culto la catedral de Notre Dame golpeando las puertas con su báculo mientras decía tres veces: ¡Notre Dame, abre tus puertas! ante la presencia de numerosos dirigentes de diferentes países. Se da la curiosidad de que el báculo con el que el arzobispo llama a la apertura de la puerta está realizado con maderas recuperadas del incendio.