Durante el siglo IV se fijó la duración de la Cuaresma en cuarenta días. Comenzaba seis semanas antes de la Pascua y a partir de los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal.
El Miércoles de Ceniza se inicia este periodo de cuarenta días y en Jerez como es tradicional empieza con diferentes ceremonias de besamanos y besapiés.

Se podrá contemplar en esta jornada al Santo Crucifijo de la Salud en San Miguel, al Señor de la Vía Crucis en San Francisco, a la Virgen de la Caridad y al Señor de la Mortaja en Capuchinos, al Señor de los Trabajos en la Victoria, el Cristo de las Misericordias en Fátima, al Ecce Homo en San Pedro y al Cristo de la Esperanza en San Juan de los Caballeros.