El pasado domingo se vivió en Montserrat uno de los días grandes de la celebraciones principales de los actos que conmemoran el primer milenio de la abadía que cobija a la Moreneta, con la salida de la Bendita Imagen desde su camarín a la esplanada del monasterio donde se celebró una Solemne Eucaristía con la asistencia de varios miles de fieles.
El hecho de que la Virgen abandone el interior de la abadía es algo extremadamente inusual, dándose la circunstancia de que es la primera vez que lo hace en el siglo XXI y en el anterior solo lo haría en dos ocasiones, una en 1947 con motivo de su entronización y otra en 1997 como celebración de las bodas de oro de dicho acontecimiento. Hay que tener en cuenta que la Virgen de Monserrat fue la primera en ser coronada canónicamente en España, en 1881 y que es portadora de la Rosa de Oro, que fuera entregada por el Papa Francisco en 2023, quien estuvo muy presente en las oraciones durante todo el día.

Según palabras del rector del santuario, el padre Joan María Mayol: «normalmente es la gente la que visita a la Moreneta, pero hoy los papeles se invierten y es la Mare de Dëu de Monserrat quien sale y nos visita a nosotros»; quien también indico que: «es el tesoro más bonito que tenemos en la abadía, no solo por su valía histórica sino porque generaciones tras generaciones le han rezado y le han mostrado sus sentimientos»
En una procesión con un marcado y riguroso protocolo y tras ser retirada de su trono, se inició el descenso a la esplanada del monasterio entre aplausos y vítores de los asistentes que eran conscientes del momento tan singular que estaban viviendo. La Moreneta fue colocada sobre unas andas fechadas en 1916 que han sido restauradas para la ocasión.