Durante la Guerra de la Independencia de los franceses, el pueblo de Almonte vivió momentos convulsos cuando se atacó por parte de los lugareños el acuartelamiento de las tropas invasoras, causando la muerte de un capitán y cinco soldados, lo que motivó la represalia del ejercito francés que mandó un destacamento al pueblo con el objeto de realizar un correctivo y castigar los hechos ocurridos días anteriores. Milagrosamente, las tropas formadas por ochocientos militares no llegaron hasta Almonte, gracias a que el pueblo se acogió al amparo y protección de la Virgen del Rocío.
Desde aquel mes de agosto, el ayuntamiento, el clero y la Hermandad Matriz decidieron que «en adelante y para siempre jamás, pasarán la madrugada del 19 de agosto en El Rocío, celebrando por la mañana Solemne Misa en la Ermita, en acción de gracias por el singular favor de la salvación del pueblo». Almonte realizaba entonces el Voto de Acción de Gracias a su Patrona, que más de dos siglos después se sigue conmemorando.

Tras los actos y cultos previos celebrados en los días anteriores, el Rocío Chico como tal, comenzó en la medianoche cuando el simpecado de la Hermandad Matriz salió por las calles de la aldea, por el recorrido tradicional, mientras se rezaba el Rosario, acompañado por los piteros y tamborileros de Escuela de Tamborileros de la propia corporación almonteña.


La Solmene Función del Voto se celebró ayer martes 19, a las 10:00 horas estando presidida por el obispo de Huelva, monseñor Gómez Sierra y contando con la participación musical de la Coral Polifónica Popular de La Palma del Condado.
Una vez concluida la ceremonia, tuvo lugar la tradicional procesión eucarística por el entorno del Santuario con el Santísimo Sacramento bajo palio. Intensa y fervorosa procesión en la que todos los años se echa en falta una mayor afluencia de público cuando sale a la calle el Dios Vivo que se encuentra en el sagrario y que debería estar siempre acompañado por multitudes.

Como también es tradición, una vez pasada la romería de Pentecostés y el Rocío Chico, el hermano mayor deja el cargo que ha ostentado durante el año pasado, en este caso fue Isabel María Diaz quien muy emocionada, dijo adiós a sus responsabilidades. Hay que recordar que existen dos cargos de mando en el Rocío, uno el de hermano mayor que se elige año tras año y otro el de presidente de la matriz, que ostenta el cargo durante cinco años y que actualmente recae en Santiago Padilla.
El próximo año coincidiendo con el Rocío Chico, se producirá la «venida» de la Virgen a Almonte, hecho que ocurre cada siete años, donde estará durante los nueve meses previos a la procesión de la Blanca Paloma por su pueblo y a la «ida» a la aldea en vísperas de la Romería de 2027.