El pasado jueves. el Monasterio de la Cartuja de Santa María de la Defensión vivió un día especial ya que monseñor Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez presidió una Eucaristía donde fue bendecida una imagen de San Bruno, santo fundador de la Orden de los Cartujos, que se ha ubicado en el retablo mayor de la iglesia del monasterio, y que es una réplica de la realizada por José de Arce que se encuentra en la sala «Cartuja» del museo de la Catedral y es propiedad de la Diócesis de Asidonia-Jerez.
Durante la homilía, el obispo mencionó los dos momentos donde Cristo derramó lágrimas, destacando que ese día la liturgia nos traía uno de ellos. Asimismo, expresó que la Eucaristía que tocaba celebrar ese día era votiva de San Bruno, recordando que la imagen de este santo iba a ser bendecida. Una imagen réplica del San Bruno de José de Arce que presidió el retablo del Monasterio cuando fue habitado por la Orden de los Cartujos.

Siguiendo con la misma idea de San Bruno, ha subrayado el momento donde la vida de este santo se tambalea, lo que hace que pueda sentir en su corazón que Cristo le llama a una vida de entrega. Igualmente, mencionó, la importancia de saber que estamos llamados a las cosas del cielo y no de este mundo, ya que Cristo nos llama a tener trato con Él, y así podremos superar adversidades incluso cuando parece que es imposible.
«San Bruno recibe la inspiración de formar una comunidad monástica, que declara al mundo que el amor de Cristo es más fuerte que cualquier oposición que podamos tener en nuestra vida». Con estas palabras, monseñor Rico Pavés expresó la importancia de saber que estamos llamados a la meta del cielo, y en la tierra debemos poner nuestro corazón en todo lo que nos lleve a este fin.
Por último, puso ante el Señor la petición de que aprendiendo de sus lágrimas y tomando de ejemplo a los santos, busquemos siempre el amor de Dios en todo momento.
