Ayer siete de julio, con una carta dirigida al Presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García Cordero y a los hermanos mayores de las cofradías, monseñor Rico Pavés, obispo de Asidonia-Jerez, parece dar por zanjado los problemas ocurridos el pasado Lunes Santo, cuando la hermandad de la Cena decidió recortar su recorrido sin llegar a la catedral, con el consiguiente perjuicio causado a las de la Paz de Fátima y de la Viga, sobre todo a la primera, a la que un aguacero considerable le cogió regresando a su templo.
Para llegar a las conclusiones que el obispo refleja en la carta se reunió en la mañana de ayer con el Presidente del Consejo, que asistió acompañado por algunos de sus consejeros y posteriormente con la hermandad de la Cena, a la que acudieron el hermano mayor Manuel Muñoz Natera y dos miembros de su Junta de Gobierno.

La misiva de monseñor Rico pavés indica que se ha dejado pasar el tiempo para que «la distancia temporal ayudara a serenar los ánimos y permitiera escuchar mejor a las partes afectadas». Hecho que según pudo constatar el propio obispo no ha servido para nada, toda vez que continúan las acusaciones, las amenazas y los anuncios de posibles denuncias y sanciones. De lo cual, saca las conclusiones de la existencia de dos prácticas que actúan como «virus» que afectan perjudicialmente a las hermandades; por un lado la murmuración corrosiva y la judicialización de los enfrentamientos entre los hermanos y en segundo lugar, algunos medios de comunicación (que curioso, la culpa al mensajero), que según el obispo se convierten «a veces en altavoces de un enfrentamiento despiadado agrandando problemas que deberían solucionarse en el ámbito discreto del dialogo personal», daño que según se informa en la carta «lo padecemos todos y de forma muy especial, las hermandades y cofradías».
Una vez analizados todos los matices de la polémica del Lunes Santo, el obispo amonesta a título personal al presidente del Consejo para que «decisiones como la tomada el Lunes Santo autorizando cambios a las hermandades que realizan estación de penitencia, se tomen siempre en total sintonía y fluida comunicación con la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías» e insta a los hermanos mayores de las hermandades afectadas a que sigan trabajando con igual entrega por sus corporaciones, así como por el bien común de todas las cofradías.
Por último monseñor Rico Pavés recuerda las palabras de la homilía que pronunció en su primera misa en Asidonia -Jerez: «especialmente cuento con las cofradías y las hermandades» y que «no me cansaré de repetir que confío mucho en el poder evangelizador de las hermandades y cofradías».