En el día de ayer, el revuelo causado por la noticia publicada en algunos medios que hacía referencia a que el conocido streamer Ibai Llanos iba a contratar costaleros para el espectáculo la Velada del Año, que se celebrará el 26 de julio en el estadio de la Cartuja, recorrió toda Sevilla.
Al parecer, una de las entidades colaboradoras del evento, en concreto una agencia de trabajo temporal, publicó una oferta para realizar un casting (por lo visto esta será la nueva forma a partir de ahora de denominar a un igualá), para contratar a 35 costaleros que cobrarían 59 euros para que portaran durante el evento un paso, que en teoría iba a pesar 250 kilogramos, aunque no ha trascendido qué iba a ir sobre las andas.

Todo apunta a que la polémica causada por la noticia ha llevado a retirar, esta llamemos «perfomance», del espectáculo porque en días previos, la propia agencia de trabajo había indicado que se trataba de «algo meramente decorativo y no religioso». Afirmación que nos lleva a preguntarnos: ¿hasta qué punto un costalero y un paso es algo meramente decorativo y ajeno a lo religioso?
La Velada del Año que celebra su quinta edición, es un evento organizado por Llanos y que en años anteriores ha llegado a alcanzar hasta una audiencia de tres millones de espectadores simultáneos en su canal de Twitch, y consiste en que diferentes influencers compiten en combates de boxeo, y se espera que la edición de Sevilla sea la que hasta ahora tenga mayor afluencia presencial con cerca de 85.000 espectadores, superando incluso a los que asistieron al Santiago Bernabéu en Madrid.
Este año intervienen en el espectáculo el Grupo Frontera, Los del Río, Eladio Carrión, De la Rosa, Melendi, Aitana y Mike Towers; teniendo tal alcance a nivel global, que el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno ha llegado a decir que «Ibai hace que el mundo mire al sur».