En la tarde noche del pasado viernes, la Esperanza era llevada en parihuela hasta Santa Ana, la catedral de Triana, para iniciar la Misión que durante el mes de octubre la llevará a la periferia de Sevilla, con motivo del Año Jubilar de la Esperanza, que declarara como tal el Papa Francisco y como conmemoración del LXXV aniversario de la proclamación del Dogma de la Asunción de María Santísima a las Cielos en Cuerpo y Alma.
El sábado tras la Eucaristía que presidió monseñor Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, la Virgen se puso en marcha buscando el primer destino de esta Misión que pretende llevar la Esperanza a quienes precisamente, están más faltos de ella, en este caso en Las Letanías, en la parroquia de San Pío X.

Acompañada en todo momento por una multitud que no quiso a abandonar a la Santísima Virgen en su peregrinar en busca de los más necesitados, mostró estampas únicas e irrepetibles. Para la ocasión la Esperanza estrenó el manto que con diseño de Sánchez de los Reyes, ha sido bordado por Pepi Maya.

En su transitar buscando los Remedios, la Torre del Oro quiso hacerse presente en el caminar de las andas que portaban a la Bendita Imagen, que llevaba sobre sus sienes la misma corona que en las Misiones de 1965. En la calle Asunción, nombrada así por el empuje de la hermandad trianera, justo ahora hace 75 años, cuando la iglesia reconocía cono Dogma de Fe la Asunción de la Virgen. Allí la esperaba una alfombra de sal al estilo de las que se realizan en Sanlúcar de Barrameda para su patrona la Virgen de la Caridad.

Otra estampa histórica se produjo cuando la Esperanza pasó por la plaza de España, emblemático lugar de Sevilla en el que nunca antes había estado la Virgen trianera. También entró en Santa Genoveva, en el Tiro de Línea, donde saludó al Señor Cautivo y a la Virgen de las Mercedes.

Llamó poderosamente la atención cómo en todo el recorrido no faltaron las calles engalanadas con colgaduras, pancartas y balcones vestidos de gala para la ocasión. Y por todas esas calles siempre una multitud alrededor de la que manda en Triana.

Las última imagen curiosa que nos dejó la jornada fue poder contemplar a la Virgen sin corona para entrar en la parroquia de San Pio X, donde permanecerá hasta el próximo domingo, cuando inicie la segunda etapa de estas Misiones que la han llevado tan lejos de la Capilla de los Marineros.