A principios de octubre la hermandad de la Esperanza de Triana comenzaba la Misión que habría de llevar a la Santísima Virgen a una de las zonas más deprimidas de Sevilla, el Polígono Sur, lugar en el que se pudieron contemplar estampas, hasta esos días, imposibles de imaginar. También fue un momento muy especial su paso por el Hospital Virgen del Rocío, donde enfermos y familiares pudieron beber de esa Esperanza tan necesaria en esos casos.
La Virgen en la Puerta de San Miguel – Salvador López
Una vez finalizada la Misión de la Esperanza, la Bendita Imagen regresó a su capilla, para que la pasada semana marchara hasta San Jacinto, recordando a la década de los sesenta del siglo pasado, antes de salir en su paso de palio, desde allí hacia la catedral, donde ha estado de besamanos, se le ha dedicado un triduo y finalmente se ha conmemorado, en el día de Todos los Santos el LXXV aniversario de la proclamación del Dogma de la Asunción de la Virgen María a los Cielos en Cuerpo y Alma, antes del regreso triunfal de la Esperanza a su sede canónica de la calle Pureza.
La Esperanza iniciaba el recorrido de regreso – Salvador López
A las 15.30 horas, la Esperanza se asomaba al dintel de la puerta de San Miguel del Templo Metropolitano sevillano, sobre el paso de la Inmaculada Concepción de la Algaba, para iniciar un recorrido de más de diez horas que habría de llevarla de vuelta a Triana, no sin antes visitar el Convento del Santo Ángel, la parroquia de la Magdalena y a la hermandad de la Estrella.
Desde la salida de la Catedral fue acompañada por una multitud – Salvador López
Hay que destacar que la Virgen no iba sobre su paso de palio sino en el de Gloria de la Purísima de La Algaba, una obra de gran valor tanto artístico como histórico, realizado en metal plateado por los talleres de Jesús Domínguez en 1960, destacando por su hojarasca barroca y por los tondos dorados que representan en cada paño escenas de la vida de la Santísima Virgen.
La Virgen siguió repartiendo Esperanza por Sevilla – Salvador López
El paso es iluminado por cuatro candelabros de guardabrisas con un total de treinta y seis tulipas, que ofrecen una luz muy especial, y que fueron labrados por Orfebrería Andaluza con diseño de Manuel de los Ríos, siendo también del citado orfebre, la peana del paso realizada a conjunto con los respiraderos. La parte alta de ésta representa una nube rodeada por ángeles, que acompañan a María en su Asunción a los Cielos en Cuerpo y Alma.
Dejaba atrás a Sevilla para volver a Triana – Salvador López
Para tan señalada ocasión, la Santísima Virgen portaba la nueva toca ejecutada por el taller de Manuel Solano, basada en el diseño de Gonzalo Navarro, presidida por un camafeo de concha central que representa la iconografía de la Asunción. Además, llevaba la nueva saya también ejecutada por el taller de Manuel Solano e inspirada también en el dibujo de Gonzalo Navarro; el nuevo manto bordado sobre terciopelo verde por Pepi Maya, siguiendo el diseño de Javier Sánchez de los Reyes y la corona de oro de su coronación por bula pontificia, obra de Juan Borrero y Francisco Fernández, de Orfebrería Triana, en 1984.
La que manda en Triana volvía a casa – Salvador López
En cuanto al exorno floral, el paso de La Algaba sobre el que procesionó Nuestra Señora de la Esperanza en la tarde de ayer, se presentó ricamente exornado con nardos, longui florum, panicum, anturium, pitosporum, flor de cera, hedera, Pitt nigra y falsa pimienta.
Hasta el final la Esperanza con su gente – Salvador López
Como es habitual, la Santísima Virgen fue acompañada por la Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria de Las Cigarreras, y como también es normal, la Esperanza estuvo rodeada constantemente por una gran multitud que la siguió hasta la calle Pureza,donde no faltaron las expresiones de piedad popular, destacando entre otras la plegaria que le fue cantada poco antes de la recogida y que ha sido compuesta por el artista jerezano Antonio Gallardo Monje, nieto que fuera del gran Antonio Gallardo Molina, de quien precisamente ahora se cumple el centenario de su nacimiento.
María fue Asunta a los Cielos en Cuerpo y Alma – Salvador López
Con la entrada de la Esperanza en la capilla de los Marineros se ponía un broche de oro a una serie de actos irrepetibles, en los que la Virgen ha estado de Misión en el Polígono Sur, ha salido desde San Jacinto, ha sido expuesta en Solemne Besamanos en la Catedral, se le ha dedicado un triduo y ha presidido la Misa Estacional conmemorativa de la proclamación de que la Virgen subió a lo Cielos en Cuerpo y Alma, como Dogma de Fe. Y todo por que los hermanos de la Esperanza ya en 1937, incluso antes de que la Iglesia lo reconociera, juraron defender que María era Asunta a los Cielos, porque ellos ya lo sabían, simple y llanamente porque cada día tienen el privilegio de ver frente a frente a Nuestra Señora de la Esperanza, la que manda en Triana.