Coincidiendo con la finalización del segundo día de Triduo, toda vez que estaba previsto que fuera presentado el lunes pero fue suspendido por el apagón que sufrió toda España, ha visto la luz el cartel de la Romería 2025 de la hermandad de Jerez, basado en la obra de Uta Gueb, pintora alemana afincada en Sanlúcar de Barrameda.
Se trata de un cartel clásico en su concepción, realizado con serena plasticidad y una medida manifestación representativa. Cartel nuevo, distinto, personal e intransferible, desde la parte inferior derecha, se levanta el banderín de camino con el escudo de la ciudad, que abre el camino de la Real Hermandad de Jerez hacia la Madre del Rocío.

Siguiendo la línea inferior central e izquierda, entra el Simpecado de la Hermandad, acompañado por las icónicas carretas, formando esa hilera de colores, santo y seña de la Hermandad desde hace cincuenta años, entre el blanco inmaculado y el colorido de sus flores de papel, asemejando a una andana de botas de Jerez, recordando el origen bodeguero en su fundación en las bodegas de González Byass y rodeando toda esta composición, la leyenda del cartel, en letras inspiradas en el Art déco. Se observa un encadenamiento de todos los elementos que componen la obra hasta configurar un bello entramado con los ojos de la Virgen como poderoso centro de interés.
En el centro se aprecian dos círculos, en orden vertical. El superior coincide con la cúpula de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, en Roma, el croquis en amarillo verdoso que trasluce en todas partes del cartel. En esta iglesia está entronizado el Simpecado verde de la Hermandad Matriz de Almonte, durante todo este año Jubilar de la Esperanza.
Del círculo inferior nace la forma de la media concha peregrina de la portada principal del Santuario de la Virgen del Rocío, con su propia simbología: por un lado, símbolo del bautismo, sacramento por el que la persona entra a formar parte de la familia de la Iglesia; y por otra parte simbolizando también al peregrino, acogiendo a los romeros y al visitante, e invitándolos a entrar y así formar parte de la familia cristiana.
Ambos círculos, representan dos de los templos jubilares de la cristiandad en este año jubilar en el que se nos invita a ser peregrinos de esperanza, en clara referencia a lo vivido en el día de la esperanza el pasado 18 de diciembre cuando el Papa Francisco recibía en Roma a las Hermandades Rocieras.
Un máximo argumentario colorista, con ese especial sentido de la representación que Uta Gueb posee; con desarrollos y desenlaces formales únicos y particulares que ponen de manifiesto los indiscutibles postulados artísticos de la artista.