
No solo es una fiesta que se celebra en la doctrina católica, sino que otras tradiciones cristianas, como las iglesias ortodoxa bizantina, la luterana o la anglicana, conmemoran el acontecimiento de la Transfiguración como una importante festividad.
Además de la Transfiguración, todos los 6 de agosto la hermandad celebra a Nuestro Señor San Salvador, titular de la corporación que radica en el primer templo jerezano. Cristo aparece en el mundo como un enviado, un mensajero, un anunciador, un profeta y es Mesías, Salvador, Hijo del Padre e Hijo de la Virgen María y como verdadero Salvador, es quien da sentido pleno a todo lo humano, el que toma de la mano a cada uno para que pueda escuchar, en lo más íntimo del alma, palabras que desvelan un amor eterno; motivos por los que la hermandad consagra la misa matutina de ese día al Salvador del Mundo, el Salvator Mundi, representado tantas veces en el arte a lo largo de la historia.