Dentro de los actos del X aniversario de la proclamación de Felipe VI, se han organizado una serie de visitas a diferentes santuarios marianos, algo que últimamente no es habitual, ya que no se suelen incluir en la agenda de Sus Majestades actos de carácter religioso.
La primera de ellas tuvo lugar el pasado miércoles con la visita al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en la localidad cacereña del mismo nombre, con el objeto de reforzar enclaves históricos españoles que además están marcados de un importante carácter religioso.

Los reyes fueron recibidos por cientos de vecinos, además de las autoridades religiosas y civiles, tanto locales como autonómicas. Durante la visita al monasterio, los reyes se han comprometido a volver a Guadalupe para 2028, fecha en la que se cumplirá un siglo del patronazgo de la Santísima Virgen sobre toda la Hispanidad, por coincidir su devoción con la Virgen de la misma advocación que se venera en México.
El rey dejó escrito en el libro de honor del monasterio que realizaba esta visita con «orgullo y emoción» del mismo modo que destacó la importancia del santuario y de la Virgen de Guadalupe en «la historia de España, de la humanidad y su vinculo con la corona»
Las visitas de los reyes a diferentes patronas seguirán con la de Montserrat en Cataluña que celebra el primer milenario, el 23 de junio y por último con fecha por concretar será la Virgen de las Angustias de Granada.