La hermandad de la Macarena vuelve a crear controversia en torno a una restauración, en este caso en la efectuada recientemente sobre el Señor de la Sentencia, ya que ha emitido el siguiente comunicado sobre el reciente proceso de conservación y mantenimiento de la Imagen, que curiosamente también ha realizado el equipo del profesor Arquillo Torres, autor de la reciente y polémica restauración de la Esperanza Macarena:
«Se comunica a los hermanos que, como ya estaba previsto por la Junta de Gobierno y para seguir las recomendaciones habituales tras una intervención de conservación y mantenimiento, se ha solicitado al Arzobispado la dispensa parcial de nuestra Regla XXIV para no celebrar el devoto besamanos a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia durante los meses de julio, agosto y septiembre a fin de preservar las manos del Señor garantizando el óptimo resultado de dicho proceso conservativo».
El Señor de la Sentencia en el tradicional besamanos
«No obstante, el Señor de la Sentencia estará situado, como es habitual, en el presbiterio de la Basílica para la veneración de los hermanos y devotos, celebrándose a las 20:00 horas la misa de Reglas en su honor.»
En otro orden de cosas, la citada restauración de la Macarena, que llevó incluso a que la Virgen fuera retocada hasta tres veces en un fin de semana y en que fuera trasladada al IAPH para realizarle un exhaustivo estudio; que derivó en los primeros día tras la misma en la renuncia del mayordomo y del prioste, ha tenido otra consecuencia reciente con la dimisión del teniente de hermano mayor, Eduardo Dávila Miura, quien iba a ser uno de los candidatos a hermano mayor el próximo mes de noviembre, candidatura que como es lógico ya no concurrirá al proceso.
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Eduardo Dávila Miura, teniente de hermano mayor dimitido
Fuentes cercanas al torero afirman que está pasando por momentos muy malos y que todo lo ocurrido no podía imaginarlo ni en la peor de sus pesadillas, afirmando Dávila Miura que los miembros de la junta no son los culpables, pero si los responsables de lo ocurrido, lo que en conciencia le hace presentar su dimisión al hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, quien a día de hoy sigue desaparecido, y que por cierto, el viernes por la tarde comunicó a su teniente que no aceptaba la dimisión, porque no reconocía el conducto por el que le había llegado, vía WhatsApp.