El Obispado de Asidonia-Jerez ha emitido un decreto mediante el que se amplía un año más el periodo de catequesis para recibir la primera comunión. De este modo, pasará de dos años a tres. Esta medida afectará a quienes inicien este periodo formativo durante el curso pastoral 2025/2026, pero no a quienes ya hayan comenzado su iniciación en los años anteriores, que tendrán que completarla según el plan con el que comenzaron..
Según se recoge en un comunicado, «la gran mayoría de los niños y jóvenes que se apuntan a catequesis lo hacen para recibir un sacramento y no -al menos conscientemente- para llegar a ser plenamente discípulos de Jesucristo y miembros activos de la Iglesia. Así, sin querer, los sacramentos se han convertido en celebraciones de despedida, hitos que cierran etapas de formación sin que se alcance una verdadera maduración cristiana».
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— Diócesis de Asidonia-Jerez (@MCS_Asidonia) June 7, 2025
A pesar de que la catequesis sigue atrayendo hoy en día a un importante número considerable de niños y jóvenes, «cada vez son menos las personas que ven madurar su fe durante los años de catequesis, de modo que ni descubren su vocación ni terminan de integrarse activamente en la Iglesia».
Por todo ello, el nuevo decreto recoge que «la recepción de los sacramentos de la Iniciación Cristiana, en el caso de los niños que han alcanzado el uso de razón (en torno a los 7 años), después de haber completado, al menos, 3 años litúrgicos de catequesis (de los 7 a los 10 años), y, en el caso de los que han alcanzado la mayoría de edad o están próximos a ella (mayores de 16 años), después de haber completado, al menos, 2 años litúrgicos de catequesis».
Del mismo modo, también se recogen las distintas etapas del catecumenado, señalando que «los adultos no confirmados que recibieron en la infancia el Bautismo y la Primera Comunión, también han de recibir una catequesis adecuada para recibir la Confirmación, cuya prolongación en el tiempo dependerá de tres factores. La participación en los sacramentos, la inserción en la comunidad eclesial y el compromiso apostólico. Cuanto menor sea el nivel de esos factores, mayor será la preparación requerida».
«En el caso de los niños, -especifica el decreto-esa personalización podrá traducirse en un adelantamiento de la recepción de los sacramentos, siempre que se verifique preparación adecuada y haya garantía de continuidad en la formación catequética, o un retraso en la recepción de los mismos, si se verifica lo contrario. El mismo criterio se tendrá en cuenta a la hora de valorar la petición de que hermanos, con diferencia de edad no superior a los 18 meses, puedan recibir juntos los sacramentos de iniciación», añade.
Las adaptaciones de los que ya han iniciado su iniciación al plan propuesto en este decreto deberán ser expresamente autorizadas desde el Obispado.