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La saya de la coronación de la Macarena recupera todo su esplendor

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La saya que las hermanas Martín Cruz ejecutaron para la Coronación de la Santísima Virgen de la Esperanza en 1964 vuelve a lucir en todo su esplendor tras concluir una laboriosa restauración de más de tres años por parte de Carla Elena.

La intervención, iniciada por la anterior Junta de Gobierno y culminada ahora, permitirá admirar esta excepcional pieza de bordado tal y como fue concebida y estrenada hace cincuenta y seis años.

El Hermano Mayor de la Hermandad de la Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, ha agradecido el trabajo de la comisión técnica artística que asesora a la corporación en este tipo de intervenciones y al taller dirigido por  Carla Martín Elena. “Esta magnífica restauración, además de la recuperación de esta maravillosa pieza, supone la apuesta de nuestra Hermandad por conservar su patrimonio para las generaciones futuras y ayudar en la medida de sus posibilidad a que los grandes artistas y artesanos de Sevilla puedan seguir desarrollando su actividad en estos tiempos tan duros para ellos”.

Fernández Cabrero ha resaltado de la saya de las Martín Cruz que “es una pieza muy ligada al acervo cultural y sentimental de la Hermandad, ya que remite a una fecha tan importante para los macarenos como la de la Coronación de la Virgen de la Esperanza en 1964. Si además de eso, estamos hablando de un taller de restauración heredero de Esperanza Elena Caro, entonces esta restauración cobra aún más significado y dimensión para los macarenos”.

Por su parte, Gabriel Ferreras, miembro de la comisión técnica artística de la Hermandad ha agradecido a la Hermandad y a su Junta de Gobierno su apuesta por conservar “este maravilloso patrimonio, que no solo es la Hermandad sino de Sevilla y de Andalucía”. También ha agradecido al taller de Carla Martín Elena y a todo su equipo, así como a la comisión técnica artística que ha asesorado en esta intervención, especialmente a Araceli Montero, Lourdes Fernández, Pedro Ignacio García Rivero, Andrés Luque Teruel, Antonio Mañes y Concha Álvarez.

Según Ferreras, la saya es “una obra con valores culturales y patrimoniales importantísimos, que estrenó en 1964 y realizaron las hermanas Martín Cruz, Carmen y Ángeles. Es una pieza de un valor histórico, estético y artístico importante por su diseño y realización, de una perfección y minuciosidad  impresionantes; y también un valor significativo enorme para la ciudad de Sevilla”. “El diseño de la saya no es muy complicado, con dibujos geométricos polilobulados y con decoración vegetal decoración vegetal, que son de una elegancia enorme. La cinturilla es el anagrama del Ave María, realizado con una perfección exquisita, además de los escudos del Cardenal Bueno Monreal y del Papa Juan XXIII”.

Por último, Ferreras ha destacado que esta Hermandad “tiene un saber en la conservación y la restauración, que está fomentando, y por eso lo que nos dedicamos a esto estamos muy contentos con lo que está haciendo la Macarena en estos últimos años”.

La directora de la restauración de la saya Carla Martín Elena ha agradecido a la Hermandad “la confianza que ha depositado en nosotros ya que es una manera de ayudarnos a los artesanos y familias que vivimos de esto, sobre todo en estos tiempos que corren”. “Tanto Gonzalo Navarro como yo somos los dos restauradores licenciados, y en nuestro taller el fin siempre es conservar al máximo el original dentro de lo posible. Intentamos que lo que se reponga sea lo imprescindible para que la obra nunca pierda lo original y no se desvirtúe”.

Para la intervención se ha contado con un equipo multidisciplinar, dirigido por conservadores-restauradores de bienes culturales, integrado a su vez por oficiales bordadores especializados, y bajo la supervisión de la comisión de seguimiento integrada por miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena e investigadores y técnicos especialistas en tejidos.

De este modo, siguiendo la metodología propia de una intervención de carácter científico e interdisciplinar, y tras realizar el diagnóstico del estado de conservación de la obra, se procedió a plantear la propuesta de actuación. Se propuso una intervención en la obra que se adecúa a la línea de actuación aceptada sobre bienes culturales de carácter textil en los que concurren una serie de características propias de tipo funcional, social y devocional, como es el caso de la mayor parte de los ajuares de las imágenes devocionales. Por tanto, una intervención de carácter restaurador, con una metodológica y criterios concretos teniendo en cuenta el carácter procesional y de uso de la obra, que contempla la sustitución del tejido base por uno de idénticas características al original y la aplicación de tratamientos de restauración en los bordados.

Las distintas fases de la intervención así como los tratamientos aplicados han sido:

  • Estudios previos: Estudio histórico-artístico, estudio técnico, estudio fotográfico y reproducción del diseño.
  • Desmontaje de los elementos constitutivos de la obra, separando el forro de las mangas y la saya.
  • Extracción de la decoración bordada del tejido base, separando las puntadas que unen los bordados al mismo o recortando perimetralmente aquellos realizados directamente, en el caso de la saya y las mangas. En la cinturilla se conservó el soporte de malla de nudos original.
  • Limpieza de la decoración bordada, tras la realización de distintas pruebas con el visto bueno de la comisión artística y técnica, hasta determinar el método más idóneo.
  • Aplicación de tratamientos puntuales de restauración sobre la decoración bordada, corrigiendo las deformaciones, eliminando intervenciones anteriores, fijando hilos sueltos y reintegrando con hilo nuevo exclusivamente las partes en las que aparecían desgastes o lagunas. Estos tratamientos, según el estado de conservación de los distintos elementos y la técnica de manufactura, se realizaron tanto fijando los mismos previamente a un lienzo en un bastidor, como de manera paralela a la fijación sobre el tejido base.
  • Fijación de la decoración bordada al nuevo tejido base. Se empleó un tisú de plata de telar manual de características similares al original, que fue fijado a un lienzo mediante almidón en un bastidor para el cuerpo y otro para las mangas. Una vez colocado el dibujo, los distintos motivos bordados se fijaron al tejido base, mediante punteado y perfilado en los elementos necesarios, usando en todo momento materiales de calibre exactamente igual al original. En el caso de la cinturilla, al carecer de tejido base, se procedió a la reintegración puntual de las zonas en las que presentaba lagunas, elaborando fragmentos de malla idénticos al original para reintegrar las mismas.
  • Reconstrucción y reposición de elementos desaparecidos. Paralelamente a la fijación de la decoración bordada al nuevo tejido base, se procedió a la reintegración con hilo nuevo exclusivamente de aquellos que se encontraban realizados directamente sobre el soporte original o que habían desaparecido.
  • Unión de los elementos constitutivos de la obra. Por último, se recortaron por su perímetro la saya y las mangas, finalizando la intervención con la confección de los distintos elementos que componen la obra teniendo en cuenta las dimensiones de la imagen, procediéndose al cosido y la unión del nuevo forro.

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Escrito por Redacción MC

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